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Nieles y los gusanos de seda.

jueves, 30 de abril de 2015

Orientado al sur como la mayoría de los pueblos de la Alpujarra, Nieles se situá al pie del Cerro de las Alfanjías a unos mil metros de altitud y con unas magnificas vistas sobre la Sierra de la Contraviesa y Sierra de Gador al Este.


Nieles desde las eras.
Pocos son los edificios emblemáticos que posee este pequeño pueblo, porque su mayor valor reside en sus gentes y el entorno natural que lo rodea, aun así existen dos lavaderos públicos de épocas inmemoriales, Fuente de Abajo ubicado en una construcción cubierta de muro de mampostería y surtido por un nacimiento cercano, que desemboca en una balsa y Fuente de Arribaque se encuentra al aire libre, alimentado por otro nacimiento; en el interior del pueblo,la modesta iglesia destaca por su alta torre conla quedomina todo el pueblo y dedicada a la advocación de San Bartolomé. Debajo del pueblo se pueden observar unas“eras”donde hace poco se trillaba, aventaba y se recogía el grano para la economía familiar. El cobertizo adjunto ha sido transformado por el ayuntamientoen un improvisado museo donde observar las antiguas maquinarias que se utilizaban para las faenas del campo… desde este lugar las vistas hacia el Valle del Guadalfeo son impresionantes. Pueblos donde la agricultura ha sido fundamental para el sostenimiento familiar y…hubo una época en que la recolección de moreda y laelaboración de seda se convirtióen un factor decisivo para la economía de la zona. Así,Mármol Carvajal dijo que la seda producida en la taha de Juviles a la que pertenecían Cástaras y Nieles no era de tanta calidad como la de otras tahas, lo que no impidió que la de estos pueblos sobresalieran en su producción y comercio, contribuyendo destacadamente en la riqueza generada para con el Reino de Granada durante la dominación árabe y aún en siglos posteriores.


Cuenta la leyenda que…aquel año de lluvias moderadas, se esperaba una buena cosecha de moreda para los gusanos de seda que se criabanen Nieles muy apreciados por su calidad. CasimAbex era uno de los muchos moros que se dedicaban a la cria del gusano de seda. Cada año a principios de la primavera recogía los brotes primerizos del árbol de la moreda, porque según decían eran los que mejor sustancia tenían en las hojas para hacer fuertes y robustos a sus gusanos y estos a su vez, harían capullos más grandes y seda de mejor calidad. Todo el mundo lo tenían por loco, pues que más daba que se cogiera la primera hoja o la segunda, al fin y al cabo, la seda era de la misma en toda la comarca…mucha cantidad y poca calidad.

–– ¡Bien temprano vas hoy a recoger la moreda!­­­­––le saludo uno de sus vecinos.

––¡Ya sabes que hay que recolectar en cuanto empiezan a brotar las primeras hojas!––respondió Casim.––Mis gusanos comen lo mejor, para engordar pronto.

––Si,si…tu aliméntalos bien, no vayan a pasar hambre, ja, ja, ja.––se reía el vecino, pensando para sus adentros.–– “ Para la seda que dan..”.

Efectivamente, las partidas de seda que Casim producía al año no llegaba a una libra mientras que los demás vecinos superaban encincoo seis la producción de esta precioso hilo. Y sin embargo, era uno de los que más gusanos tenía en el pueblo y sin embargo a fin de temporada disminuían alarmantemente. Siempre le echaba la culpa a las enfermedades propias de los gusanos o al frio que hacia en la sierra, por ellocada temporada volvía a surtirse bien de gusanos al inicio de la temporada.

Decían las malas lenguas que disponía de otros “ingresos” porquesino, Casimy sus tres mujeres pasarían hambre. Lo cierto es que el viejo cadi de Cástaras al conocer las irregularidades económicas de Casim, quiso saber de primera mano como se las apañaba para llevar una vida tan desahogada muy superior a la de muchos grandes comerciantes de la comarca que facturaban cientos de libras de seda…¡y les costaba mantener a una sola esposa! Hay que tener en cuenta que la seda llegó a ser más apreciada que el oro y la plata  como materia de trueque por la comodidad y ahorro que entrañaba.

Así pues, cierto día citóal moroen la pequeña mezquita de Nieles, para conocer su situación económica y saber de sus “otros trabajos” de los que semurmuraba en el pueblo.

–– “El profeta dice que no robaras a tu vecino”.­­–– le dijo el viejo Cadi.

––Nunca he robado a nadie honorable Cadi y si hay alguien que se sienta estafado por mi, que me acuse directamente.–– El honorable vio en los ojos de Casim sinceridad y tranquilidad de quien no ha cometido falta alguna.

–– ¿Como es que siendo tan poca la seda que produces, tengas ese nivel de vida que tienes?

–– No todo es lo que parece mi Cadi, también existen otras formas de comerciar––Aquellas palabras intrigaron al viejo jurista.

––¿Y como son esas otras formas?

Si le decía la verdad podía peligrar su secreto con consecuencias desastrosas para su economía y si no le daba una respuesta satisfactoria iría camino a la mazmorra.

––Son ungüentos que hago con formulas muy antiguas y que vendo a quien me los requiere.

––¿De esa manera engatusas a los incautos y los engañas para sacarle el oro? ¡Mal…muy mal veo tus negocios!

––¿Creo que su eminencia ha vuelto a casarse de segundas?––Pregunto Casim, con cierta ironía.

––¿Que tiene que ver mi matrimonio con el caso?

––Mucho mi Cadi…mucho.

–– ¡A ver, explicate, te estas jugando tu libertad!

–– Los se mi señor… quizás no haya pensado usted como es que tengo tres esposas y las tres están contentas, para eso hace falta tener un buen bolsillo y en la alcoba ser un experto y fogoso amante. ¿No es cierto mi señor?

––Cierto es.

––¿Y como hace para contentar a una mujer treinta años más joven que usted?––preguntó Casim al Cadi que se lleno de sombras y temores.

––Pues si usted prueba mis ungüentos y se los aplica como indique, vera como no hay engaño–– Al viejo Cadi se le iluminó la cara…ahora entendía! por probar no perdía nada,pues estaba en un aprieto con su nueva mujer que exigía lo que su edad no permitía! .

–– Esta bien Casim, si no funcionan tus ungüentos y resulta que todo es un fraude, pasaras el resto de tus días en una fría mazmorra.

–– Que así sea, Cadi.

El viejo mandatario hizo todo lo que le dijo al pie de la letra y los resultados fueron sorprendentes, hasta tal punto que no solo no lo condenó sino que fue uno de sus mejores clientes durante años, como otros muchos ricos comerciantes que pagaban fortunas por sus potingues.

Nadie supo su secreto…a Casim poco le importaba la producción de seda, pues la composición de sus ungüentos se extraía de los gusanos de seda de Nieles y de la moreda que comían. Una vez elaborado el ungüento y mezclado con otras hierbas de la sierra, adquiría propiedades extraordinarias que hacía de los hombres, vigorosos amantes.