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Durcal y la Cueva de los Riscos o de Vacamia.

lunes, 14 de septiembre de 2015

Ermita de San Blas. Durcal

Durcal es un pueblo que sorprende al viajero por sus tradiciones y leyendas llenas de misterios y secretos, mudos testigo de numerosos acontecimientos que dan a este pueblo del Valle de Lecrin una identidad propia.
Según cuenta la leyenda, cuando el rey Fernando el Católico tenía  cercada la villa de Quasb( Dúrcal)  que significa “cultivo de caña de azúcar”  se encontraba todo el pueblo morisco refugiado en el fuerte del Peñón, resistiendo en esta fortaleza cercana al pueblo,  los asaltos de los soldados  cristianos y del cerco que les tenía puesto el rey.
Parte de la Fortaleza.
Con este asedio el rey esperaba pronto la rendición de las tropas moras ya que no había agua en la cima del monte y la única forma  de poder obtenerla consistía en ir a recogerla al río. Con  el ejército cristiano rodeando el cerro hacía imposible hacerse con el preciado líquido. Así pasaban los días y los moros seguían aguantando el bloqueo del rey que cada vez se iba impacientando más y no se explicaba cómo podían aguantar sin agua tanto tiempo de asedio.
La clave de toda esta situación es que el rey Fernando no sabía que un faquir moro llamado Adnan cuyo ingenio no tenía limites, no así su cuerpo menudo y extremadamente delgado por los continuos ayunos y abstinencias con los que mortificaba, había construido con ayuda de algunos paisanos un estrecho pasadizo secreto penetrando en la tierra desde la cima hasta el río, por una cresta cercana. Dentro de aquel túnel y para salvar la empinada rampa habían escarbado en distintos tramos escalones así como algunos agujeros que daban al exterior para que la luz iluminara la galería interior. Toda una obra de ingeniería arquitectónica  por la que solo podía pasar una persona con un solo cántaro, salvando así  a sus vecinos de perecer de sed.
Si el agua no escaseaba, la comida si y viendo la población que su rendición seria cuestión de tiempo decidieron que sus tesoros no cayeran en manos enemigas, proponiendo esconderlos en un lugar muy cerca de los baños de Urquiza en una cueva llamada de los Riscos a orillas del río Dúrcal.
Durante el tiempo que duro el asedio, los habitantes de la fortaleza del peñón se dedicaron a llevar sus joyas y alhajas de oro y piedras preciosas a la cueva de los Riscos donde las iban almacenando en una de las salas de la cueva.
Posteriormente se planteo el que hacer con todo ese oro y como podría quedar a salvo de las tropas castellanas para que no fuera descubierto y saqueado. De nuevo, recurrieron al sabio  y místico Adnan el cual  ingenio un plan para salvaguardar el tesoro de sus vecinos.
En la cueva de los Riscos había  diversas salas y galerías que se comunicaban por recónditos pasillo. En una de estas salas Adnan observo que para acceder a ella había que introducirse por un  agujero  muy pequeño en la que solo un niño pequeño o en su caso una persona muy delgada podría penetrar en ella y llegar a la sala  grande.
Pasadizo que llegaba hasta el río.
Adnan intento introducirse en la sala de la cueva pero aun con su delgada silueta no podía entrar. Así pues, no le quedo más remedio que ayunar durante más de treinta días  y solo con agua y un poco de pan negro se sostuvo para no desfallecer, mientras tanto todos los moros vecinos suyos se afanaron en la tarea de ir llevando poco a poco a través del pasadizo secreto que utilizaban para bajar al río,  todos sus tesoros hasta la cueva de los Riscos.
Pasados los treinta días,  Adnan se presentó en la cueva para intentar introducirse por el agujero de la gruta y con el asombro de los que estaban allí presentes y con mucho esfuerzo, pudo acceder a la sala adyacente y comprobar que era ideal para sus planes.
Dio orden a su vecinos de fundir  todo el oro que habían bajado y una vez  liquido llevarlo hasta la pequeña apertura y con mucho cuidado verterlo donde Adnan desde dentro  iba formando una escultura de una vaca de oro macizo.
Cueva de Vacamía.
Su plan consistía en realizar una escultura de grandes dimensiones para que no pudieran sacarla por el pequeño agujero y  de esta manera preservar el tesoro de sus compatriotas moros pues pensaban que  pasada la guerra volverían a sus hogares y podrían rescatar sus riquezas.
Y así fue como poco a poco se fue construyendo la vaca de oro que estuvo finalizada justo en el momento en que los soldados cristianos tomaron la fortaleza y descubrieron el pasadizo que conducía al río.  Adnan no pudo ser  avisado a tiempo con el peligro de descubrir el escondite donde estaba la escultura de oro prefiriendo este quedarse dentro de la cueva y esperar a que los soldados se marcharan para salir  de allí y disimular el lugar.
Pero la guardia del rey vigilaba todo los accesos y escrutaba todo el territorio buscando precisamente los tesoros de los vencidos como botín de guerra y los días pasaban sin que nuestro sabio y erudito amigo pudiera salir de la cueva sin ser visto.  Y sin agua ni alimento su ya delicada salud empeoraba por momentos viendo que su vida peligraba, solo le quedaba plantear la cuestión… o bien salía y descubría el tesoro de sus vecinos o se quedaba y moría ahí mismo....
Nacimientos de agua. Durcal.
 Adnan medito durante algún tiempo y pensó en los días felices que había pasado en su pueblo, en el río, en el manantial de aguas medicinales, en  las embriagadoras fragancias de sus huertos llenos de limoneros y naranjos, en sus gentes… que ahora serian  cautivos y en  el esfuerzo que habían hecho y las penalidades que habían sufrido para salvarse, pero al final todo fue inútil
Adnan  tomó una dura decisión, prefería morir en aquella cueva, que convertirse en esclavo del cristiano, así esta caverna se convertiría en su tumba sagrada y él velaría como eterno guardián el tesoro de la cueva.
Cuentan los más viejos del lugar..... que antes de morir Adnan convoco un conjuro a las fuerzas del mas allá  cegando la entrada de la sala que albergaba la vaca de oro, también llamada cueva de “Vacamía” y solo podrá ser descubierta  por los que se bañen en el nacimiento de aguas medicinales que brotan cerca de allí y pronuncien  las palabras mágicas escritas y ocultas  en una de las paredes de la entrada a la gruta que serán reveladas cuando sean humedecidas con agua del nacimiento traída en uno de los cántaros empleados para subir agua a la fortaleza… escondido en el túnel secreto que baja al rio…Fácil ¿No?
Ermita de San Blas. Durcal